jueves, 28 de julio de 2016

Cuando sopla el viento de levante

El escritor segoviano Alberto Martín García presenta su última novela.


Sergio Arribas - Segovia | 20/06/2016

Cádiz es el lugar donde, desde temprana edad, veranea Alberto Martín García, escritor, publicista y profesor del campus Maria Zambrano de la Universidad de Valladolid (UVa). Alojado en una residencia militar, Martín observó cómo en aquella habitación existía una puerta sin utilidad, próxima a un tejado. Cuando soplaba el viento de levante, los portazos eran constantes. Un día la abrió y descubrió en su interior un tenedor, un plato y una cajetilla vacía de tabaco. En broma, comentó a su familia que, quizá, eran los enseres de alguien que estuvo encerrado en aquel pequeño cubículo.
El hallazgo fue el golpe de inspiración que le empujó a escribir ‘Cuando sopla el viento de levante’ (Premium Editorial), la segunda novela de este Martín, que compagina su “afición” por la escritura, como así la denomina, con sus labores como profesor asociado de la UVa y de ‘community manager’ de diferentes marcas nacionales en una agencia de publicidad de Madrid.
Como ocurriera en su primera propuesta literaria, “Tras la estela de un cuadro”, finalista del Premio Ateneo Joven de Sevilla, y que ha gozado del aplauso de la crítica, el misterio vuelve a estar presente en su segunda novela, de la que firmó ejemplares, el pasado 12 de junio, en la Feria del Libro de Madrid.
“El misterio es el género que más me gusta, me siento muy cómodo”, afirma el escritor, que confiesa que “Cuando sopla el viento de levante” nace del reto de “hacer algo del estilo de primera novela, precisamente para mejorar lo que ya había hecho”. ‘Tras la estela de un cuadro’ -que la editorial sevillana ‘Autores Premiados’ distribuyó por numerosos centros educativos- le había servido de “buen entrenamiento”, pero “necesitaba de una continuación, no en cuanto a la historia, pero sí en cuanto al estilo”, afirma.
‘Cuando sopla el viento de levante’ narra la historia del Hotel Nuevo Levante, el más importante de la Costa de la Luz desde la década de los 50 hasta los 70, momento en el que un incendio arrasa con el inmueble. La historia se desarrolla 20 años después cuando se reconstruye el Hotel y el protagonista, Pablo Veracruz, acude a trabajar como camarero. A raíz de una serie de acontecimientos que le suceden por una llamada telefónica y lo que le cuenta un mendigo de la zona, Veracruz comienza a investigar para conocer la verdad que rodea a la tragedia ocurrida en los años 70.
A diferencia de su primer libro, que se desarrollaba en un entorno ficticio, un pueblo de Cantabria que imaginó el autor, la segunda novela está ambientada en el Cádiz de 1990, un escenario que Martín conoce bien, aunque la circunstancia de ubicar la historia en un entorno real, le ha supuesto el tener que documentar, hasta el más mínimo detalle, todos los lugares donde se mueven los personajes. Del mismo modo, Martín ha tenido que documentarse sobre la forma en que se puede propagar un incendio originado en la segunda planta de un hotel y en una época, no lejana, pero en la que no existían los sistemas anti-incendios de la actualidad. Para esta tarea, al autor no dudó en pedir asesoramiento a un amigo bombero de Segovia.
Martín escribió la novela en menos de diez meses, de forma intermitente. “Crear la historia no me cuesta, aunque sí escribirla, porque no tengo la constancia de dedicar todos los días un tiempo a ello”, confiesa el autor, quien, no obstante, señala que su faceta como escritor es una “pura afición” que “me divierte mucho”. “Escribo porque si no escribiera, estaría todo el rato pensando en hacerlo”, sostiene Martín, quien mantiene que su éxito como novelista parte de la premisa de que “lo sigo viendo como una afición, como a otras personas les gusta, por ejemplo, jugar al paddle”.
El escritor, que comenzó a “leer en serio” a los 21 años, tras descubrir “La sombra del viento”, de Carlos Ruiz Zafón, ya tiene escrita una tercera novela, ambientada en Segovia y de estilo policíaco. Misterio, intriga y acción serán también los vértices de esta tercera novela que, por el momento, Martín guarda en un cajón.

Historias con raíces


Paulino Zamarro publica “Leyendas de Segovia”, una recopilación de tradiciones, anécdotas y relatos de las tierras segovianas.

S. Arribas - Segovia | 09/06/2016


Una joven le puso en la pista. Había oído la historia de Rufo, aquel a quien le quisieron fusilar durante la Guerra Civil y huyó a los ‘Porretales’ de Cantalejo, donde logró sobrevivir durante la contienda con la ayuda de la gente del pueblo. A Paulino Zamarro, natural de Cantalejo, gran enamorado de Segovia y estudioso de sus tradiciones e historia, aquella historia le provocó curiosidad y pudo recomponerla y escribirla, gracias a los testimonios de los vecinos de Cabezuela y Cantalejo. La historia de ‘Rufo en los Porretales’ es solo una de las que Zamarro ha incluído en su último libro, ‘Leyendas de Segovia’, publicado por la editorial Almuzara, donde recopila, cuando no reconstruye o imagina, historias y hechos que sucedieron en tiempos pasados en tierras segovianas. En algunos casos son historias totalmente reales; otras son puras leyendas, transmitidas por la tradición oral; y también las hay que toman su origen en un hecho verídico, que el autor, en la libertad que otorga la literatura, las completa para que sean atractivas al lector. Y también están, aunque son las menos, afirma Zamarro, las que obedecen a la pura fantasía del autor, como la que relata la historia del ‘Molino del Ladrón’, ubicado en Lastras de Cuéllar.
En ‘Leyendas de Segovia’ tienen cabida historias costumbristas, otras sobre aspectos religiosos e históricos; sin olvidar lugares misteriosos o aquellos que fueron escenario de acontecimientos extraordinarios, recogidas directamente de la memoria de sus gentes. Porque Zamarro ha realizado un auténtico trabajo de campo, acudieron a los lugares y pueblos cuyos habitantes fueron testigos de estas historias.
En las páginas del libro, de 270 páginas, Zamarro, autor de la monografía ‘Lagunas de Cantalejo’, recoge la historia del Tuerto Pirón, la del Tío Mañas, la de la doncella de Maderuelo, la Chata de Malangosto o la de Roberto y la bella Elvira, una historia de amor ambientada en Pedraza y que el autor completa con la presencia de diversos personajes históricos de la época. También está la historia de la isla de Burgo, el pequeño islote en el embalse de Burgomillodo; un paraje que le da pie a Zamarro para contar la historia del molinero que vivió allí hasta que el agua anegó el paraje como consecuencia de la construcción del pantano.
A través de sus páginas, el lector puede visitar lugares tan emblemáticos como Segovia, el Real Sitio de San Ildefonso –La Granja, Sepúlveda o Pedrada; recrearse en lugares de enorme belleza natural como el Convento de la Hoz o San Frutos; o disfrutar de relatos como el que habla de la Virgen de la Soterraña, la reconquista de Madrid, la cuchillada de San Frutos o la historia del puente del diablo.
El autor también ha incorporado algunas poesías “que oí a gente muy mayor y que proceden de la tradición popular”; al tiempo que también realiza un pequeño homenaje al escritor y periodista cantalejano José Rodao, al introducir un poema suyo. Zamarro es ingeniero químico y ha desarrollado toda su actividad profesional en el sector medioambiental. Fue hace unos catorce años cuando, al visitar los pueblos de la provincia, y hacerse eco de las leyendas y tradiciones, comenzó a plasmarlas por escrito, quizá con el ánimo de que estas historias de raíces no se perdieran. “Cuando tuve una treintena, pensé en publicar el libro”, señala Zamarro, que sostiene que ‘Leyendas de Segovia’ no pretende ser un libro absolutamente fidedigno “aunque en algunos casos lo sea, confiando en que el lector sepa en cada ocasión distinguir lo que puede tener una base real, de lo que es tan solo fruto de la imaginación del pueblo o del autor”.
El libro está ya a la venta en varias librerias segovianas, además en el Corte Inglés, la Casa del Libro y FNAC.

Piedras del Guadarrama

Los segovianos Nuria Sacristán, Andrés Díez y Alberto Carrera firman un libro “comprensible para todos” sobre la geología de la Sierra, incluyendo itinerarios por las dos vertientes

El Adelantado
- Segovia | 06/06/2016
En el maremágnum de la actual Feria del Libro de Madrid, Segovia se ha hecho un hueco gracias a la presentación de un libro, ‘Guía de piedras de la Sierra de Guadarrama’, cuyos autores, los geólogos Nuria Sacristán Arroyo y Andrés Díez Herrero y el fotógrafo de naturaleza Alberto Carrera Anaya, lo consideran “una introducción al mundo de la geología”.
Teniendo en cuenta el afán divulgativo de los geólogos segovianos resultaba previsible la publicación de una obra con ese título. “Vimos que Ediciones La Librería tenía una colección de guías de la Sierra de Guadarrama, y como ninguna hacía referencia a la geología, nos pusimos en contacto con ellos y les propusimos hacer nosotros ese trabajo”, recordaba ayer Sacristán. Así de sencillo. Aunque, de inicio, la editorial dudaba del tirón de la obra, finalmente dio el visto bueno.
“Nos hemos divertido bastante escribiendo el libro”, sostenía Díez, refiriéndose especialmente a las numerosas excursiones realizadas desde Segovia, en compañía de familiares y amigos, a los que los autores iban explicando las piedras que aparecían en el camino, un esparcimiento que “nos permitió abordar esas marchas desde la perspectiva del que va a enseñar”.
La obra se ha promocionado como “una gran oportunidad para descubrir las diferentes rocas, minerales y fósiles que conforman la Sierra de Guadarrama”. A pesar de la reducida extensión de la Sierra de Guadarrama, en su territorio están representados los tres grandes grupos de rocas que existen en la naturaleza: las ígneas o magmáticas, las sedimentarias y las metamórficas. Además, en la Sierra de Guadarrama se encuentra casi un centenar de minerales diferentes. Y, por si era poco, alberga restos fósiles de la actividad de organismos vivos del pasado, desde huellas de algas marinas de hace 600 millones de años hasta huesos de vertebrados continentales (caballos, rinocerontes, hienas...) con menos de 100.000 años.
¿Cómo es posible tanta diversidad de piedras en un territorio tan pequeño?. La respuesta es sencilla. La Sierra de Guadarrama se encuentra en una de las grandes unidades geológicas de la Península Ibérica, la denominada zona centroibérica del Macizo Hespérico o Varismo Ibérico, y se sitúa muy próxima a zonas de las otras dos grandes unidades geológicas peninsulares: las cuencas y cordilleras alpinas, y las cuencas cenozoicas (antiguamente llamadas ‘terciarias’). “En la Sierra está representado un poco de los tres grandes conjuntos geológicos de la Península Ibérica”, se puede leer en el libro.
Los autores han puesto especial énfasis en utilizar un lenguaje “comprensible para todo el mundo”. En ese sentido, Díez agradece la libertad que les ha dado Ediciones La Librería para escribir. “En todos los capítulos hemos tendido a poner títulos atrevidos, casi periodísticos, para intentar enganchar al potencial público”, revela.
El libro incluye un extenso apartado de etnogeología en el que el lector puede descubrir cómo las piedras influyeron en la toponimia serrana, condicionaron los oficios tradicionales y generaron infinidad de leyendas y cuentos infantiles.
‘Guía de piedras de la Sierra de Guadarrama’ concluye con un capítulo dedicado a itinerarios geológicos, como el que va desde el Chorro Grande al Collado de la Flecha, una ruta que Sacristán no olvidará fácilmente, pues para ella fue una auténtica aventura ir en busca de las rocas más antiguas de la Sierra de Guadarrama, unas rocas que, por otra parte, son idénticas a otras que se pueden contemplar a dos pasos del centro de Segovia, en concreto en el barrio de Nueva Segovia.

Vivencias extramuros

José Luis Salcedo lanza ‘Mi Segovia extramuros’, un libro donde refleja la evolución de 206 calles fuera del recinto amurallado


Como Nicomedes García, José Luis Salcedo Luengo dice ser “más segoviano que el Acueducto”. Aquí nació, aquí ha vivido y aquí descansarán sus huesos para siempre en el nicho que, según afirma, ya tiene preparado. A la espera de su postrero día, se entretiene escribiendo sobre Segovia, una afición descubierta tras su jubilación, hace una docena de años.
Se atrevió primero a redactar un libro sobre el cuadro lírico Julián Gayarre. Después, otro sobre “El túnel de Segovia”, donde expone su anhelado proyecto de unir Sancti Spiritu con el convento de Santa Cruz, actual sede de IE Universidad. Animado por el éxito de sus obras, prosiguió con varias más sobre personajes segovianos —entre ellas, una monográfica acerca de Blanca de Silos—. Luego, un libro sobre ‘Mi Segovia intramuros’, al que da continuidad el todavía caliente ‘Mi Segovia extramuros’, ya a la venta en librerías.
Lenguaraz como es el autor, el trabajo que ahora sale a la luz presenta el mismo estilo de los anteriores. “Es un texto subjetivo, personal”, avisa Salcedo, quien reconoce que sus opiniones “a veces crean polémica”, pero él no lo esconde, asegurando que intenta encajar con deportividad las críticas recibidas.
En ‘Mi Segovia extramuros’, su intención primera ha sido “presentar una visión de la Segovia de mi época, fijándome sobre todo en los comercios de entonces y en las relaciones que tuve con sus propietarios, la mayoría amigos míos”. Pero Salcedo no ha querido mostrar una foto fija de Segovia extramuros, sino que también expone, sucintamente, cómo han evolucionado durante el último siglo un total de 206 calles.
En las casi 400 páginas del volumen, Salcedo narra un sinnúmero de anécdotas, cuyo principal interés radica en resultar inéditas, al menos para los lectores más jóvenes. Entre ellas, la referente a las “verdaderas calamidades” que pasaban los futbolistas en el campo de El Peñascal, donde “en invierno tenían que quemar algodones con alcohol para calentarse los pies”. O la explicación del nombre de la playa de Las Arenas, así llamada porque allí instaló el constructor Moisés López unas cribas para limpiar la arena que extraía del lecho del río. “Siempre que puedo cuento mis vivencias en el lugar del que estoy escribiendo”, recalca este polifacético segoviano, que ha asumido en solitario los costes de la edición del libro.
Tras avisar de que tiene intención de continuar escribiendo sobre Segovia, Salcedo no oculta su deseo de ver construido el túnel por él proyectado, aunque prevé que “tendré que morirme yo para que se haga”. ¿Y es necesario ese túnel para Segovia?, se le pregunta. “Es tan necesario como el comer”, responde, seguro.

Una investigación histórica

Las finanzas de los jesuitas en Segovia

Se presenta el libro de la investigadora Cristina García Oviedo


El próximo jueves 14 de abril a las siete de la tarde se presenta en la Diputación Provincial de Segovia el tercer libro de Cristina García Oviedo, titulado "Mecenazgo de la Compañía de Jesús en Segovia. Red de financiación del Colegio San Felipe y Santiago en la Ciudad y Diócesis de Segovia", editado por la Diputación Provincial.
Este libro tiene un especial significado personal para su autora, que se considera segoviana y defensora orgullosa de la Segovia de los pueblos. El motivo es claro, pues nació en Segovia y sus apellidos proceden de Remondo y Coca.
En la publicación aborda el tema de la financiación de una institución educativa de la ciudad de Segovia, como era el caso del Colegio de la Compañía de Jesús, que fue posible gracias a los devotos de la ciudad. Se aleja, y mucho, gracias a los documentos históricos recuperados en el Archivo Romano de la Compañía de Jesús de Roma, entre otros, del mito de riqueza que persigue a los jesuitas.
El libro empieza por mostrar la importancia histórica de la ciudad, vista desde los ojos de Alonso de Ledesma, y la importancia sentimental que tuvo la ciudad para San Ignacio de Loyola -siendo el concepto de amistad muy importante para los jesuitas-, lo que se puede rastrear en Segovia.
Tras analizar los serios problemas económicos de los primeros años y la prosperidad de los siguientes, abre su mirada a la financiación proveniente de la provincia, consiguiendo demostrar, que los jesuitas de Segovia estuvieron muy unidos a la historia de muchos pueblos, tales como Bernardos, Villacastín, Moraleja de Coca, Laguna de Contreras, Anaya, Mozoncillo, San Cristóbal de Segovia, Melque, Ochando, Bercial…
“Son 292 páginas llenas de amor a Segovia y a sus pueblos, porque eso es lo que soy; es lo que me vivido en mi familia y en mi entorno. Por eso estoy muy agradecida a la Diputación de Segovia por haber asumido la publicación de este trabajo, y que se presente en la casa de todos los segovianos. Espero que sea el inicio de la recuperación de una parte de la historia de muchos pueblos, porque todavía queda mucho por decir”, apunta la autora.
En la presentación, que conducirá el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, intervendrá, además de la autora, el historiador Maximiliano Barrio Gozalo, autor del prólogo de la publicación, y que como García Oviedo es segoviano.
Cristina García Oviedo es Doctora por la Universidad Complutense, con una tesis doctoral que estudia la presencia de la Compañía de Jesús en la ciudad y en la provincia de Segovia, bajo el título "El Colegio de la Compañía de Jesús de Segovia: Espiritualidad, Historia y Arte (1557-1767)", que fue Sobresaliente Cum Laude en 2014 y uno de los cuatro Premios Extraordinarios de Doctorado que dicha Universidad madrileña otorgó entre todas las tesis defendidas en el curso 2013-2014.
García Oviedo reconoce que la idea de emprender una tesis doctoral tan compleja y amplia no fue de ella. Fueron sus directores de tesis los que la empujaron a ello, aunque eso significara mucho sacrificio, como vivir durante dos años en Roma, pues igualmente la autora reconoce que en todo el proceso no tuvo más financiación que la de sus padres.
Eso hizo dilatar mucho el proceso, pero gracias a él considera que tiene una experiencia vital única para recordar el resto de su vida, y un agradecimiento a todos los que creyeron en su proyecto y la ayudaron en los numerosos archivos que ha tenido que consultar.